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Un llamado

SIGNIS ALC

16 mayo 2021

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Un llamado para acercarnos y conocernos

Un llamado para acercarnos y conocernos

Reflexiones sobre el mensaje del papa Francisco por la 55a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: “Ven y lo verás. Comunicar encontrando a las personas donde están y como son”.

 

«La fe cristiana inicia así. Y se comunica así: como un conocimiento directo, nacido de la experiencia, no de oídas (…) El “ven y lo verás” es el método más sencillo para conocer una realidad. Es la verificación más honesta de todo anuncio, porque para conocer es necesario encontrar, permitir que aquel que tengo de frente me hable, dejar que su testimonio me alcance.»

 

La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales se ha convertido en un espacio de reflexión que nos permite, año tras año, repensar la misión de llevar la buena nueva por todo el mundo, todo el tiempo. Es un llamado a buscar la verdad en los procesos comunicativos, pero fundamentalmente es una oportunidad de trasmitir esa verdad traducida en mensajes de esperanza que dignifiquen a las personas.

 

En su mensaje por la 55a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el papa Francisco nos invita a acercarnos y conocer a las personas y a las realidades en sus diversos contextos. A partir de la cita “Ven y lo verás” (Jn 1,46) nos llama a salir a buscar y mostrar historias reales que evidencien la esencia de la humanidad en la vida misma de la gente, en consonancia con su mensaje del año 2020. «Para poder relatar la verdad de la vida que se hace historia (…) es necesario salir de la cómoda presunción del “como es ya sabido” y ponerse en marcha, ir a ver, estar con las personas, escucharlas, recoger las sugestiones de la realidad, que siempre nos sorprenderá en cualquier aspecto.», nos dice el Santo Padre.

 

En ese sentido, advierte de la presencia de los medios “fotocopia” que deshumanizan y desvirtúan la labor periodística, y que no solo repiten contenidos, sino que también hacen perder el verdadero sentido de la misión los comunicadores, alejándoles del vínculo necesario con las personas como fuentes de la historia viva de nuestros pueblos. Por eso, es fundamental su llamado a “desgastar las suelas de los zapatos” para acercarse y conocer a esos personajes que nadie ve y que muchas veces están silenciados por la opresión del poder oculto del odio, el egoísmo, la ambición y la maldad. En suma, nos pide ser artífices de un periodismo valiente amparado en la verdad, que nos haga testigos e interlocutores de nuevos y mejores relatos:

 

«También el periodismo, como relato de la realidad, requiere la capacidad de ir allá donde nadie va: un movimiento y un deseo de ver. Una curiosidad, una apertura, una pasión (…) Sería una pérdida no sólo para la información, sino para toda la sociedad y para la democracia si estas voces desaparecieran: un empobrecimiento para nuestra humanidad.»

 

Pero el mensaje papal no solo aborda la labor periodística, echa una mirada a las diversas formas de comunicación social, especialmente en esta era de sociedades en redes que han amplificado impactos, percepciones y comportamientos. «La red, con sus innumerables expresiones sociales, puede multiplicar la capacidad de contar y de compartir: tantos ojos más abiertos sobre el mundo, un flujo continuo de imágenes y testimonios. La tecnología digital nos da la posibilidad de una información de primera mano y oportuna, a veces muy útil.», señala en su texto.

 

En este mundo virtualizado en el que la tecnología ha envuelto casi todas las dinámicas sociales, es aún más necesario entender la comunicación como ese encuentro con el prójimo que posibilita una sana convivencia basada en relaciones empáticas, en las que el respeto, la tolerancia, la comprensión y la misericordia son fundamentales para construir comunidades más humanas. Sobre eso, Francisco considera que «Si no nos abrimos al encuentro, permaneceremos como espectadores externos, a pesar de las innovaciones tecnológicas que tienen la capacidad de ponernos frente a una realidad aumentada en la que nos parece estar inmersos. Cada instrumento es útil y valioso sólo si nos empuja a ir y a ver la realidad que de otra manera no sabríamos, si pone en red conocimientos que de otro modo no circularían, si permite encuentros que de otra forma no se producirían.»

 

El Sumo Pontífice no es indiferente a las noticias falsas y a la desinformación que se han acrecentado en la última década y se han hecho más notorias y peligrosas a través de las redes virtuales. Una avalancha de informaciones que de manera indiscriminada llegan a audiencias desprovistas de criterios para discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo verdadero y lo falso, entre lo útil y lo desechable, entre lo constructivo y lo destructivo. Noticias, comentarios, imágenes y diversidad de publicaciones que denigran, atemorizan, indignan y deshumanizan; algo de lo que nos viene hablando desde hace varios años y ahora nos recalca la responsabilidad que tenemos para cambiar esa situación: «Todos somos responsables de la comunicación que hacemos, de las informaciones que damos, del control que juntos podemos ejercer sobre las noticias falsas, desenmascarándolas. Todos estamos llamados a ser testigos de la verdad: a ir, ver y compartir.»

 

El gran desafío de este tiempo es, precisamente, ir y ver. Algo que los comunicadores no solo debemos hacer en nuestra labor profesional, sino que debemos enseñar a las personas en general a aplicarlo en la vida cotidiana. Salir al encuentro del prójimo, y conectar de corazón a corazón debe seguir siendo la esencia de la comunicación humana.

 

* Director ejecutivo del Centro Latinoamericano de Investigación en Arte y Comunicación (CLIAC)

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