Montevideo, Uruguay.- El país sudamericano atraviesa un contexto desafiante, ante el aumento de casos de coronavirus, con el verano como un factor que aumenta el riesgo dadas las actividades que se realizan en esta temporada y generan una mayor movilidad social. Así las cosas, el gobierno continúa las negociaciones relacionadas con la vacunación. Al cierre de esta edición aún no se realizó un anuncio oficial.
En el actual escenario, la sociedad civil organizada no se toma vacaciones y sigue ayudando a quienes más lo necesitan. Por ejemplo, las ollas populares continúan gracias a los denodados esfuerzos de vecinos de diferentes rincones del territorio nacional. A su vez, para el 2 de febrero, que es la fiesta de Iemanjá, los umbandistas promueven la iniciativa de recolectar alimentos no perecederos y artículos de higiene para donar a las ollas populares. De esta forma, expresaron a la prensa que colaboran con no congestionar las playas ya que rige una limitación del derecho de reunión durante la emergencia sanitaria y este gesto es una expresión espiritual de fe y amor hacia los hermanos.
En otro orden, cuando en los últimos meses se han proliferado discursos de culpabilización a los jóvenes por la coyuntura sanitaria, encontramos dos aspectos que muestran una contracara. Por un lado, una brigada de jóvenes recorrió las playas de Maldonado para recordar la importancia de mantener los cuidados, conversar con las personas y repartir folletos.
Por otro lado, los salesianos publicaron “Jóvenes y pandemia: una mirada salesiana”, que contiene una serie de reflexiones sobre este tema. “No podemos idealizar ni estigmatizar. Queremos recibir su vida así como viene: con las potencialidades y los límites de cada persona. Reconocemos, además, que nos encontramos con ‘juventudes’: diversidad de realidades que conforman un rico mosaico que se empobrece con cualquier generalización. No ayudan las miradas reduccionistas, que solo buscan culpables y que no nos comprometen en hallar soluciones”, señalan.
Recuerdan la frase “Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece” y reconocen las acciones solidarias de jóvenes que han hecho una apuesta por la sana diversión, por la reducción del grupo con el que mantienen un contacto estrecho o por la decisión de cuarentenarse al regreso de sus vacaciones para no poner en riesgo a sus abuelos. También remarcan los que han apoyado a las ollas populares y a los que semanalmente y de forma voluntaria asisten en actividades educativo-pastorales, con un acompañamiento a las familias.
Múltiples actores intervienen en la mitigación de los efectos de la pandemia; entre ellos, la Intendencia de Montevideo presentó hace unos días las medidas adoptadas para promover las actividades culturales en el departamento. Se destinarán líneas de apoyo al sector artístico independiente, se promoverán instalaciones visuales y/o sonoras, funciones a beneficio y se exonerará el impuesto a espectáculos públicos de todo tipo con la única condición de respetar un aforo de 800 espectadores. A su vez, pensando en el carnaval, una fiesta popular que llena de color todas las calles del país, se creó un fondo para subsidiar a los integrantes que se inscribieron a la prueba de admisión del carnaval 2021 y los clasificados de la liguilla 2020. De esta forma, se busca ofrecer una ayuda a un sector que se verá afectado, ya que en tiempos normales el carnaval es un importante generador de puestos de trabajo.
Por último, el personal sanitario, que desde el día 1 está en la primera línea de batalla, aún realiza encomiables esfuerzos de sol a sol. Distintos actores ofrecen su valioso aporte; entre ellos, el Colegio Médico del Uruguay ha propuesto que los asistentes a aglomeraciones o fiestas clandestinas desarrollen trabajo comunitario como una medida sustitutiva. Sería en el área periasistencial de las instituciones de salud; por ejemplo, guía y apoyo a familias del interior del país, cadetería, actividades de acuerdo con el oficio o la profesión de la persona, conserjería, limpieza, entre otras.
Además, con frecuencia en las calles montevideanas se aprecian voluntarios de la institución que reparten kits de prevención que incluyen alcohol en gel, mascarilla, una bolsa y una calcomanía.
Redacción: Sebastián Sansón Ferrari, corresponsal de SIGNIS ALC en Uruguay