Montevideo, Uruguay.- Viernes 22 de enero, 20:09 (hora local). Llegó el anuncio que la población uruguaya esperaba con ansias. El presidente Luis Lacalle Pou tuiteó:

 

“El Gobierno acaba de cerrar un acuerdo con Pfizer y Sinovac para el suministro de vacunas a nuestro país. Al mismo tiempo estamos negociando la compra de más vacunas con otros proveedores. En las próximas horas brindaremos más información”.

 

A las 13:00 del día siguiente, sábado 23, se realizó una conferencia de prensa en la Torre Ejecutiva. Integrantes del gabinete ampliaron detalles: Uruguay adquirió 3,75 millones de vacunas contra la COVID-19 y aspira a inocular a 2,8 millones de personas, según informó Presidencia. A finales de febrero y principios de marzo llegarán 2 millones de vacunas de Pfizer-BioNTech y 1,75 millones de Sinovac. En marzo se sumarán 1,5 millones de vacunas del mecanismo COVAX, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El informe agrega que el personal de la salud, los adultos mayores en residenciales y el sector educativo serán los primeros en acceder a las inoculaciones.

 

También hay otros dos grupos específicos: por un lado, los soldados, los policías, los bomberos y, por otro, las personas privadas de libertad (PPL). Sobre el sector educativo, cabe puntualizar que está incluido en la primera etapa de vacunación para garantizar la mayor presencialidad posible en las aulas. De hecho, Uruguay fue el único país de América Latina que, gracias a la gestión de la pandemia, regresó a clases presenciales en junio del año pasado de forma escalonada, según los niveles.

 

En este contexto, el pasado viernes 29 de enero el Consejo Directivo Central de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), que es el sindicato de los trabajadores de los medios de comunicación, se reunió con el doctor Daniel Salinas, ministro de Salud Pública. Los miembros de la delegación le plantearon la posibilidad de incorporar a los trabajadores de medios y del cable que están más expuestos en la lista de prioridades para la vacunación contra el virus.

 

“El ministro entendió la preocupación, acogió el planteo y solicitó el envío de un listado de trabajadores por franjas etarias que se remitirá a la Comisión de Vacunación para ser incorporados en la lista de prioridades establecidas por el gobierno”, anunciaron. También APU comunicó que, junto con el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) y la Federación de Funcionarios de la Salud Pública (FFSP) realizarán una campaña de concientización sobre la vacunación, así como lo hicieron al principio de la emergencia sanitaria con las medidas de prevención y también con la importancia de detectar la desinformación.

 

En Uruguay los medios de comunicación no pararon en ningún momento desde el 13 de marzo, a pesar de las dificultades del sector, entre despidos, envíos al seguro de paro total o parcial y reducciones salariales. Además del rol preponderante de la prensa en este contexto, la pandemia ha permitido aumentar la visibilidad de los temas científicos y de las instituciones científicas. Este es el caso del Instituto Pasteur de Montevideo, que, entre otras cosas, publicó un hilo en Twitter sobre las vacunas contra el COVID-19 y manifestó su apoyo a la campaña de vacunación.

 

Allí explican que la vacuna se suma a las herramientas de salud pública para salvar vidas y proteger a los más vulnerables. “Aun cuando todas estas vacunas surgieron en tiempo record, todas cumplieron los ensayos necesarios para respaldar su seguridad y eficacia. Los pocos efectos secundarios están monitoreados y la eficacia es mayor a otras vacunas”, establece la publicación. “Por último, las vacunas serán útiles, pero demorarán en llegar a toda la población, así que la máscara facial, el distanciamiento físico y la higiene de manos aún son medidas necesarias”, concluye.

 

Redacción: Sebastián Sansón Ferrari, corresponsal de SIGNIS ALC en Uruguay