En un comunicado del Vicariato Apostólico de Iquitos, Perú, el obispo Miguel Angel Cadenas (agustino) denuncia que el Departamento de Loreto es uno de los menor cobertura tiene para acceder al agua potable y saneamiento básico. Según destaca, la cobertura de este departamento se encuentra “por debajo por debajo de la media nacional”.
“En medio de una pandemia pandemia lavarse las manos con frecuencia no debiera ser un lujo reservado a unos privilegiados”, dice el comunicado en el que se da cuenta que los asentamientos humanos “Iván Vásquez Valera y 21 de setiembre en Punchana, Iquitos, han llegado hasta el Tribunal Constitucional exigiendo un derecho humano elemental: acceso al agua potable y saneamiento básico”.
El anhelo de las comunidades es que “antes del próximo 22 de marzo, día mundial del agua, podamos contar con una sentencia firme positiva a favor de estos Asentamientos Humanos”, se señala en el comunicado.
En el documento se explica que la “falta de agua potable en las casas acarrea enfermedades de la piel, diarrea, vómito, problemas digestivos… No es un problema económico, pero económicamente se pierde mucho dinero en tratamientos, bajas médicas y muertes tempranas. Además del dolor y sufrimiento que acarrean, las consecuencias son pavorosas: muerte y exclusión social”.
Agrega que al ser esta región amazónica “una zona de alta tasa de natalidad estamos imponiendo trabas muy pesadas a los niños. Se merecen un futuro mejor. Sobre todo teniendo en cuenta que muchos moradores han venido a la ciudad buscando mejores condiciones de vida para sus hijos: fundamentalmente salud y educación”.
El comunicado se hace eco de las palabras del Papa Francisco, quien ha señalado que el agua potable es “un bien de toda la familia humana”, “un bien esencial para la vida”. El 22 de marzo de 2021, nos instaba a “actuar sin dilación”. Es necesario acabar de una vez por todas con el “desperdicio [de agua], su mercantilización y contaminación”.
Monseñor Miguel Angel Cadenas insiste que es urgente atajar las pavorosas brechas sociales. Una de sus manifestaciones es la falta de acceso al agua potable y saneamiento básico. La carencia de este derecho conlleva que las familias más humildes pagan el agua más cara de la ciudad.
Según agrega el documento, Una intervención con agua potable y saneamiento básico en estos Asentamientos Humanos genera un “círculo virtuoso”: se mejora la calidad de vida de los ciudadanos, aumenta la autoestima, se forja confianza y ayudamos a que los niños tengan mayores oportunidades en la vida. Estamos sentando las bases para que salgan de la pobreza. Un estímulo más en una ciudad como Iquitos que necesita imperiosamente de estos círculos virtuosos y una señal inequívoca para otras poblaciones en condiciones similares.
“No puedo resignarme a la pobreza. Me duele. Reconozco que acompañar a estas personas ha sido una fuente de satisfacción para mí. A pesar de tener tantas situaciones en contra, todos los días se levantan y realizan los trabajos peor remunerados. Con gran esfuerzo personal mantienen la alegría de vivir. No tenemos derecho a robarles la esperanza. El respeto a la dignidad de los humildes es la medida de nuestra humanidad”, apunta el documento del Obispo de Iquitos, quien espera una respuesta positiva del Tribunal Constitucional para con estos Asentamientos Humanos.