Por Daysi Velásquez*
Bajo el complejo y dinámico título “Comunicación, interculturalidad y espiritualidad para la transformación social”, nos reunimos, en Ciudad de Panamá, docentes, investigadores, maestros y estudiantes de comunicación social y periodismo, agentes pastorales y miembros de colectivos comunitarios de comunicación de América Latina y el Caribe, para reflexionar y debatir críticamente sobre nuestro rol: el de “los medios de comunicación, las tecnologías y comunidades locales, en su dimensión social, cultural, espiritual”, tal como los convocantes propusieron.
Con el “propósito de ser un espacio de actualización profesional, de reflexión, intercambio y profundización de temas relacionados con los desafíos de la comunicación en la sociedad actual”, SIGNIS ALC, Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación, concentró, esos días de encuentro, sus mayores esfuerzos en dar una mirada humanista a los nuevos retos que tenemos los comunicadores en relación con esas apuestas de transformación de una sociedad convulsa, que reclama respuestas cada vez menos etéreas, más tangibles y oportunas ante las crisis varias que asumimos como sociedad, en términos de relacionamiento con nosotros, nuestro prójimo y el cuidado de la casa común, que cada día nos demanda más.
Las intensas jornadas que se desarrollaron -desde exposiciones magistrales, el fraterno compartir en las mesas de trabajo y los jugosos debates en cada jornada- entretejieron una serie de cuestionamientos y alternativas para cambiar la mirada. Los temas planteados fueron críticos y agudos, de tal modo de que no nos quedemos sólo con lo que nos duele, es decir, de lo que nos quejamos y criticamos, sino que invitan a acciones solidarias, colaborativas y conscientes y propuestas concretas a partir de experiencias contextualizadas.
Los ecos que aquí se recogen atienden a una particularidad, en este escenario en el que las investigaciones, de alto calado académico y científico presentadas por voces calificadas, dan luces de el “ser comunicador” -inspiradas en la misión convocada por la Iglesia y las urgentes necesidades de las realidades a las que el papa Francisco nos ha llamado a asumir-, saliendo de las cómodas zonas de confort en las que ya todo está dicho, para extender nuestros brazos a las múltiples y complejas realidades que fueron detalladas por estos importantes investigadores.
Tuvimos la oportunidad de escuchar en las sesiones magistrales y luego compartir con los ponentes y varios participantes que presentaron sus proyectos en las diversas mesas dispuestas para el diálogo, dejando ecos que resuenan constantemente.
Eje: Educomunicación
Con respecto al eje de Educomunicación, en el contexto de desarrollo sostenible y sustentable, el presidente de SIGNIS ALC, Carlos Ferraro, presentó los desafíos en relación directa con el conocimiento y apropiación del Big Data. Se podrían definir en términos concretos con palabras que, desde la comunicación, revisten un significado mayúsculo: Velocidad, Volumen, Variedad, y Verdad. Cada uno de estos elementos, como se planteó en este eje, tanto en la ponencia como en las sesiones de trabajo grupal, suponen una propuesta de Neo Alfabetización Digital que sirva para una nueva pedagogía para el mundo virtual.
Pensar la educomunicación en los lenguajes potentes que las tecnologías digitales obligan implica la reformulación de lo pedagógico con los jóvenes y para los jóvenes. Con el propósito de transformar las instituciones educativas, haciendo lío, generando disrupciones desde el ser y el hacer comunicacional. Que los escenarios escolares, educativos, formativos, y no sólo los medios, se llenen de voces y sonidos de la calle; que las aulas, al igual que las cámaras, registren la vida del afuera; que podamos escribir de la mano con todos y todas. Que reconozcamos el bien que haríamos si no sólo nos miramos el Ombligo, como lo dice el mismo Ferraro.
Eje: Medios de comunicación, desafíos del nuevo contexto
Por su parte, sobre el eje “Medios de comunicación de las instituciones religiosas, desafíos del nuevo contexto”, los ponentes Adalid Contreras y Ana Cristina Suzina versaron sobre la Comunicación popular en el contexto digital actual, y plantearon sus aportes en esta relación del Buen Vivir y la formación de un ser comunicador popular en línea directa con las nuevas formas de compartir en la vida, a la luz del contexto latinoamericano y las realidades urgentes que, en términos sociales, nos convocan.
El VI COMLAC nos hizo encontrarnos con algunas de las preocupaciones que los jóvenes viven a diario en confrontación o en diálogo con su espiritualidad, así como las relaciones a veces disonantes y distantes que, entre los medios masivos y las instituciones religiosas, se entretejen de manera difusa sobre el impactante entramado que se plantea con mayor fuerza comercial desde las tecnologías y del Metaverso. De este modo, la vida sensible, el género, la cultura multivariada y diversa tan propia de esta América Latina y el nuevo contexto necesitan, urgen de ese diálogo que los ponentes plantean como estrategias vitales para reunir intereses y aunar esfuerzos en la unidad de la comunión comunicativa.
Eje Desafíos tecno-mediales y desigualdades sociales
Resuenan con gran fuerza los ecos de los desafíos tecno-mediales y las desigualdades sociales. De un lado, en palabras del académico e investigador Santiago Tejedor, se nos propone formar comunicadores y trabajar por un periodismo transformador, desde elementos clave como la palabra, la mirada, las redes, la Tierra y la educación. Elementos clave para asumir los desafíos de una realidad digital que, a veces, en lugar de establecer diálogos, entran en contraposición con la realidad del contexto, que, al decir del profesor Carlos Escudero, se revela en cifras y acontecimientos concretos que se invisibilizan o tienen poco lugar en las redes sociales, generando escenarios en los que, como el de Ciudad de Panamá, se agudiza la desigualdad y exclusión social.
Escudero presentó sus avances investigativos a partir de datos estadísticos de diversas entidades y presentó sus postulados sobre los diversos elementos que subyacen la pobreza en el contexto panameño, que no es muy distante del resto del continente latinoamericano, en el que la pobreza, incrementada por el índice de empleo informal, se evidencia en los momentos de crisis social como los que recientemente hemos vivido en casi todo el Planeta, arrastrando a millones de personas a la pobreza extrema y la indigencia. ¿Qué palabras circulan sobre estas realidades? ¿Cuáles son las imágenes con las que presentamos estas situaciones? ¿Para qué nos sirven las redes sociales y sus múltiples formas de expresión? ¿Cómo impactamos el territorio que habitamos? ¿Qué procesos educativos son necesarios para transformar estas realidades?
Ejes: espiritualidades, ecología, mujer e igualdad
Este sugestivo COMLAC propuso dos ejes que, desde voces femeninas, plantearon desafíos frente a temas complejos como las espiritualidades, la ecología y la igualdad. Los asistentes pudimos escuchar, reflexionar y conversar sobre los temas que entran en consonancia con las realidades contextuales que los demás ejes presentaron. Como hemos dicho hasta acá, los asuntos de la comunicación digital y los retos de los nuevos lenguajes audiovisuales desafían el ser y quehacer de la comunicación en un sentido cada día más amplio y diverso.
Una resonancia de las más impactantes se revela mediante algunos cuestionamientos en relación con las reacciones que tenemos frente al sujeto, que difieren de nuestra manera de ver la vida. Por ejemplo, todos aquellos que se encuentran en una lógica no binaria en la construcción de su identidad. ¿Qué hacemos? ¿Discutir o hacernos cargo de la persona? En esta línea, la investigadora Pilar Escotorin fue enfática en procurar equilibrar las posturas, dejar de lado los discursos de exclusión y “poner fríos” sobre identidad de género y el rol de la mujer, para comprender e iluminar esta realidad y ser capaces de realizar una lectura serena de la misma. Sus afirmaciones, derivadas de investigaciones y estudios con diversas comunidades, invitan a poner de relieve la dignidad humana, antes que las etiquetas o “Hashtags” que solemos poner a las personas con las que nos relacionamos a diario.
Así como en los ámbitos de las espiritualidades y la ecología es necesario iniciar con pequeñas acciones y sutiles propuestas que, desde lo micro, invitan a la movilización de los nuevos desafíos para cuidar de sí mismo, del otro y de la casa común. Las experiencias sensoriales que Catalina López describió detalladamente nos invitan a la acción íntima de reconocimiento y reconciliación con nuestro entorno, una conexión colectiva y conectiva en el decir de Leticia Soberón, lo que reafirma esto de “Ser radicales en el amor”.
Esta proclama se aúna a la mirada intersubjetiva desde los “Desafíos culturales de la mediatización para la transformación social”, que parecen darse en una tensión que podría compararse con el síndrome de Estocolmo.
Eje: nuevas plataformas
El eje transversal del VI COMLAC “Nuevas plataformas y cultura digital e inclusión social” enunció varios saberes y sentires que resuenan voraces y llamativos al presentar esos retos tecnológicos de la comunicación, la interculturalidad, la evangelización, la sociedad y la humanidad.
Varias de las intervenciones se sustentan en experiencias, ejemplos y detalles del “potencial que tienen las TIC para un cambio social positivo”, sin desconocer las brechas digitales, y sociales, que, en Latinoamérica, significan más de 10 años de atraso. Las experiencias de tecnologías territorializadas han generado transformaciones sociales importantes que no pueden ser invisibilizadas, sino, leídas de manera crítica. Es menester entonces comprender, de manera más holística, la relación de los desarrollos de aparatos con los vínculos humanos y el tejido social que nos vincula, y reconocer los impactos medioambientales que han sido señalados en casi todo el Planeta.
En esta línea, Octavio Islas enfatizó en las novedades del escenario relativo a “los medios en la era digital y la industria de las comunicaciones” y ahondó en el tema que, hace varios años, el gran comunicólogo Martín Barbero enunció como ecología de medios, promoviendo un estudio interdisciplinar. La comunicación como fenómeno cultural asiste hoy a una revolución que transita su esencia entre los ambientes biológicos (análogos, desconectados) y los virtuales (digitales, conectados), con lo cual amplía la comprensión del universo al multiverso- metaverso.
Distintos tipos de metaversos, varios mundos que convergen de manera simultánea, parecen recrear escenarios de ciencia ficción y convocan a los comunicadores a incursionar en nuevas narrativas para el ambiente metaverso, para que seamos nuevos influenciadores ante los desafíos culturales. El investigador chileno Jaime Carril plantea que, en estas convergencias, aparecen, en la intersección, las cuestiones que, desde la cultura mediática, se vienen analizando en relación con el acceso, uso y consumo de recursos digitales, y que una mirada crítica y creativa marcará el equilibrio necesario para que los comunicadores actuales y futuros hagan aportes sustantivos a estas realidades latinoamericanas.
Las empresas tienen un gran poder que no tendrá contrapeso y pondrán en riesgo las democracias, condicionando nuestras realidades y nuestras relaciones. Las grandes empresas intervienen en nuestra conexión con el mundo e imponen su escala valorativa sobre la información que circula, premiando lo que les interesa y sancionando lo que no les favorece. Ante estos desafíos, vale la pena generar un “hábitat distinto” y una nueva forma de sociedad que se configure como un nuevo menú y con una subjetividad más amplia. Mezcla que no necesariamente es coherente y permite la representación simbólico-cultural de aquello que nos da mayor sentido a la vida, la naturaleza, la cultura y la sociedad. Una apropiación tecno ético cultural, en palabras del profesor Carril.
Para no alargar más estas voces que resuenan como ecos del COMLAC, vivido en Panamá en julio de 2022, quisiera hacer la sentencia de que es necesario que formemos comunicadores y ejerzamos una profesión desde un nuevo pacto, por una nueva narrativa mundial – universal.
Desde múltiples latitudes, Europa, América del Norte y América Latina se hicieron sentir, con una efusión de gozo, a través de este reencuentro presencial y ese mucho que teníamos que decirnos. Que los abrazos se extiendan a todos los lectores de la revista Punto de Encuentro y a todos los comunicadores en el mundo entero.
* Comunicadora colombiana, docente universitaria y presidente de SIGNIS Colombia.
Artículo publicado en la revista digital Punto de Encuentro, de SIGNIS ALC, diciembre de 2022