“El Sínodo representa una importante oportunidad para ‘amazonizar’ el mundo”, expresó la socióloga y catedrática universitaria Márcia Maria de Oliveira. En una entrevista a la periodista Osnilda Lima, para la revista Vida Pastoral, 327ª edición, la docente consideró que es urgente cambiar el modelo de desarrollo y salir del estilo de vida predominante de consumo.
Para la socióloga, que es profesora en la Universidad Federal de Roraima (UFRR) y asesora de la Cáritas Brasileña y de la Red Eclesial Pan-Amazónica (Repam-Brasil), la responsabilidad de “amazonizar” el mundo que el Sínodo se extiende a la Iglesia universal, “presentando los resultados del trabajo de incidencia y sensibilización para incentivar cambios profundos en toda la Iglesia preocupada y comprometida con una” sobriedad feliz “testimoniada por los pueblos de la Amazonia. El Sínodo amazónico se realizará en octubre por convocatoria del Papa Francisco.
Márcia de Oliveira cree que el Sínodo es una oportunidad para compartir con toda la Iglesia universal y con todo el planeta “los valores de un evangelio inculturado en una región que tiene mucho que compartir con todo el mundo, de manera especial las enseñanzas de convivencia sin destrucción , en una relación de reciprocidad que representa la tan soñada ‘ecología integral’ propuesta por el Papa Francisco en la [encíclica] Laudato Si ‘.
En la entrevista, la profesora presenta la realidad del mayor bioma de América Latina, región “caracterizada por la exuberante sociobiodiversidad” y que ofrece de ríos aéreos que llevan agua a regiones más al sur hasta condiciones de fundamental importancia para el ciclo del carbono. Una grandeza que “no esconde la fragilidad del ecosistema local”, considerando la interferencia humana que ya deforestó 700 mil kilómetros cuadrados.
En la entrevista, también se abordan temáticas relacionadas al proceso de desarrollo, pautado por la “agenda del integracionismo, que ignora la presencia histórica de las poblaciones locales, formadas por pueblos indígenas, posseiros, ribereños, caucheros, quilombolas y toda una infinidad de comunidades tradicionales”; la realidad de la migración en la región; el modo de vida amazónico; además del proceso de escucha y preparación para el Sínodo.
Iglesia con rostro amazónico
Una de las propuestas del Papa Francisco al convocar el Sínodo de la Amazonia es fortalecer y alentar a la Iglesia con rostro amazónico. Preguntada si esta Iglesia ya no es una realidad, profesora Márcia explica que el Sínodo debe confirmar este rostro expresado en la transnacionalidad de la Iglesia.
“La Iglesia en la Pan-Amazonia se caracteriza por la eclesialidad que, por ser de índole transnacional, pretende crear interacción y colaboración armoniosa entre los diversos componentes de la Iglesia -congregaciones diócesis, Cáritas, asociaciones o fundaciones católicas, grupos de laicos y laicos, entre otras instituciones y grupos sociales y eclesiales ”
Otra característica indicada por Márcia de Oliveira sobre la Iglesia con rostro amazónico es la lucha en defensa y protección de la vida de varias comunidades, que, sumadas, representan más de 30 millones de personas. “Están amenazadas por la contaminación, por el radical y rápido cambio del ecosistema del que dependen y por la falta de protección de derechos humanos fundamentales”.
Presencia de la mujer
La profesora Márcia agregó sobre la presencia de la mujer en la Iglesia y en la sociedad amazónica. Para ella, “es imposible hablar de la Iglesia en la Amazonia sin hablar de la presencia y el papel de las mujeres al frente de los grupos organizados, de las comunidades y pastorales” tampoco es posible hablar de política y movimientos sociales en la Amazonia sin considerar la actuación de las mujeres.
Participó en el proceso de preparación del Sínodo como una de las especialistas invitadas por el Vaticano, Márcia cree que reconocer el papel de las mujeres en la Iglesia de la Amazonia “es hacer justicia a todas aquellas que murieron en defensa de los derechos y la vida de los pueblos de esa región, , destacó la hermana Dorothy Stang, cobardemente asesinada en Anapu, en Pará, el 12 de febrero de 2005, y para la hermana Cleusa Coelho, mártir de la justicia y de la paz de los pueblos indígenas, asesinada el 28 de abril de 1985 en la prelatura Lábrea, en el Amazonas.
Fuente: CNBB/Vida Pastoral